Las ventanas son unos de los puntos por los que ladrones suelen entrar en las viviendas unifamiliares. En la elección ten en cuenta la seguridad que te ofrecen o mejora la protección con elementos de refuerzo.
Elementos que componen tu ventana
Pero no todas las ventanas son iguales ni ofrecen el mismo nivel de seguridad. Estos son los puntos en que debes fijarte para saber si tienes una ventana perfectamente segura.
Elige ventana según su nivel de seguridad
A la hora de elegir una ventana debes fijarte en el material, en el tipo de apertura y en su acristalamiento. Cada uno de ellos ofrece un grado de resistencia distinto frente al intento de rotura.
Seguridad según el tipo de apertura
No todos los tipos de apertura de las ventanas ofrecen la misma seguridad frente al intento de ser forzadas.
- Oscilobatientes
- Ofrecen un alto nivel de seguridad, incluso cuando están ligeramente abiertas, gracias a su sistema de bloqueo de apertura.
- Practicables
- Su nivel de seguridad es alto en todos los casos. Muy recomendables para unifamiliares.
- Correderas
- Solo se recomiendan en viviendas de pisos, no unifamiliares.
- Plegables
- Mejor si llevan cristales laminados.
- Seguridad según el material
- De PVC o aluminio
- Son las ventanas más resistentes y que ofrecen mayor seguridad frente a posibles roturas del material para acceder al interior de la vivienda.
- Mixtas
- Generalmente de aluminio o PVC en el exterior y de madera en el interior, deben ser de buena calidad para garantizar un nivel alto de seguridad.
• De madera
Aunque son las preferidas en rehabilitaciones de casas rurales, tienen el nivel de seguridad más bajo frente al intento de rotura del marco.
La importancia del acristalamiento
El doble acristalamiento es lo mínimo para que los cristales de tu ventana ofrezcan seguridad. Pero hay otros tipos:
Cristales reflectantes. Tienen un efecto espejo desde el exterior, con lo que no se ve lo que ocurre en el interior de la vivienda, aportando intimidad.
Cristales armados. Logran el mismo efecto que los cristales laminados, en caso de rotura, el vidrio se mantiene en su sitio, pero se obtiene mediante la incorporación de finos alambres de acero inoxidable en el vidrio.
Cristales laminados. Están formados por dos vidrios y, entre medias de ellos, una película de material plástico muy resistente que impide que aunque se golpee y se agriete, el vidrio de la ventana pueda ser traspasado.
Mecanismos de refuerzo para ventanas
Si no quieres cambiar tus ventanas, siempre puedes mejorar su seguridad con soluciones que te proporcionarán una protección extra. Básicamente pueden ser de tres tipos: sistemas de bloqueo o topes, cerrojos y refuerzos para bisagras.
Sistemas de bloqueo o topes
Permiten bloquear las hojas de la ventana en la posición que se desee, bien para mantenerla completamente cerrada y que no se pueda abrir desde el exterior, bien para permitir una rendija de ventilación, pero por la que no puede pasar una persona. Existen bloqueos para ventanas practicables, para correderas y para oscilobatientes.
Cerrojos y cerraduras
Tanto en ventanas correderas como en practicables pueden instalarse cerraduras con llave o cerrojos con pasador que, con la llave echada, impiden su apertura. A la hora de comprarlos, debes indicar de qué material es tu ventana, ya que los hay específicos para instalar en las de madera.
También hay manillas para ventanas que incorporan ya la cerradura.
Refuerzos para las bisagras
Estos mecanismos se colocan en el interior, por el lado de las bisagras, e impiden el apalancamiento desde el exterior en ventanas practicables.
Claraboyas, rejillas y respiraderos
No descuides claraboyas, rejillas y respiraderos; instala en esas zonas sensores de presencia que te avisarán si alguien entra.
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