La construcción de un muro de piedras económicamente resulta un poco costosa, sin embargo, tiene como grandes ventajas que visualmente son muy agradables, duraderos y decorativos especialmente en los jardines. Existen varios tipos de muro de piedras entre ellos tenemos el muro piedra en seco, que no lleva argamasa (mezcla de cal o cemento con arena) para la unión de sus piezas, y el muro de piedra con argamasa.
Para construir un muro en piedra seco es recomendable limitar su altura a menos de 3 pies o 90 centímetros, ya que, como es un muro sin argamasa y se sostienen por su propio peso, el hecho de levantar las paredes a una mayor altura tenderá a inclinarse y con el tiempo se caerán con mayor facilidad. También se puede revestir un muro existente de ladrillo, bloques u hormigón con piedras para darle un toque decorativo.
Si se desea que el muro de piedras o las fachadas de piedra tenga una apariencia especial se tiene que tener en cuenta las diversas formas y colores de ellas; las piedras de río tienen una forma redondeada que también son conocidas como piedras de canto rodado, las piedras apiladas por lo general son de forma irregular y relativamente plana, y las piedras labradas son cortadas de tamaño uniforme y plana.
Los colores de las piedras dependen de su composición entre las diferentes piedras tenemos la arenisca, la caliza, el granito, la micaesquitos, el cuarzo, la pizarra, etc… Hay que tener en cuenta que las piedras labradas son las más costosas para la ejecución de un muro realizado en piedra y deben medir el ancho del muro (es lo más recomendablemente, para su mayor estabilidad).
No utilizar todas las piedras pequeñas en la parte superior del muro o todas las piedras grandes en la parte inferior del muro de piedras, se deben mezclar entre sí para la construcción del muro, no olvidar guardar algunas piedras grandes y preferentemente planas para el remate superior del muro. A medida que se vayan colocando las piedras es necesario agregar material triturado para ir levantando el muro de piedra nivelado.
Marcar con estacas y cordel la cara interna del muro de piedras que se va construir, así se puede visualizar mejor si es necesario rectificar su trazado, hacer una zanja de unas 8 pulgadas o veinte centímetros de profundidad para la base del muro de piedra, el ancho debe ser de 2 a 3 pulgadas o de 5 a 8 centímetros más ancho que el muro a levantar. En el caso de tener un terreno con una pendiente superior al 20 por ciento, se necesitará que realice la zanja en escalera para que pueda llevar cada sección del muro de piedra nivelado. Rellenar la zanja con piedra triturada hasta el nivel original del suelo para poder tener una cimentación más estable, nivelar el material con un nivel y una tabla que ayudará a esparcir el material.
Durante la construcción del muro de piedras hay que mantener cerca un buena selección de material de diversos tamaños y formas para ir colocando las piedras, ajustar las piedras a modo de rompecabezas lo más aconsejable es realizar de a una hilada, alternar las piedras de diferente tamaño a medida que va avanzando con la construcción, al colocar una gran piedra a su alrededor situar piedras pequeñas, utilizar piedras trituradas para nivelar y sostener la piedras dispares, usar en los extremos piedras grandes para darle mayor estabilidad al muro de piedras.
Con argamasa se debe de hacer un encofrado dentro del cual se colocan la piedras una a una (no se debe arrojar las piedras todas de una dentro del encofrado, ya que estéticamente el muro de piedras puede quedar grotesco) hilada por hilada, para el encofrado pueden utilizarse tablas de dos a dos metros y medio por 30 centímetros de alto, no utilizar una altura mayor ya que sería difícil la colocación de las piedras, una vez colocado el encofrado y rellenado este tramo con piedras echar la argamasa que no debe ser muy espesa ni muy líquida para que pueda penetrar entre las piedras, con una varilla o con el palustre se puede vibrar la argamasa para lograr una mejor penetración, después se encofra otra franja de 30 centímetros y repetir la operación de colocación de piedras y rellenado de argamasa, una vez lleguemos a la altura final del muro de piedras como remate se puede echar una capa de hormigón que se deja lisa, es posible posteriormente poner un acabado en la parte superior del muro o simplemente dejarlo así con el hormigón.
Cuando se haya desencofrado y antes que el hormigón haya tomado su dureza se quita el hormigón que sobresale de las juntas con un cepillo de alambre y si ya se ha endurecido un poco con el cincel y el mazo con cuidado se retira el hormigón sobrante y se limpia con el cepillo de alambre; para darle una buena estética al muro de piedras.
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