El musgo suele crecer en zonas húmedas, con una exposición solar frecuente. Podemos encontrarlo en paredes o muros de piedra, aceras, sobre asfalto, o en la entrada de casa, en el hormigón. Según la zona en la que salga, puede resultar agradable a la vista, dando color y vida a zonas grises, pavimentos o fachadas frías.