Aplicar recubrimiento (también llamado repello) a una pared es una forma genial de protegerla de los elementos, así como de darle un atractivo visual. El recubrimiento hecho de cal o de cemento puede ser aplicado en paredes hechas de tierra, ladrillo, piedra o adobe; protege la pared evitando los daños del viento y absorbiendo el agua para que ésta se evapore antes de penetrar en su interior. Aprender a recubrir una pared te ayudará a llevar a cabo esta técnica ancestral que aún hoy en día es de gran utilidad.
Prepara la pared para recubrirla.
Si la pared ha sido recubierta previamente y la cubierta se está deteriorando, empieza por retirar lo más que puedas del repello anterior. Una vez retirado el repello anterior, moja la pared usando una manguera; utiliza mayor cantidad de agua en paredes echas de materiales porosos.
Mezcla el repello.
El repello es una mezcla de 3 ingredientes: cemento, arena y agua. Usa cemento hidratado o masilla, y mezcla 1 parte de cemento con 3 partes de arena en un balde o en una carretilla. Tienes que usar arena de granos filosos y angulares; la arena para albañilería es la ideal. Agrega el agua necesaria para formar una pasta dura y manejable.
Aplica la primera capa de repello a la pared.
El repello es más efectivo cuando se aplican varias capas (la primera capa es llamada la capa rayada). Aplica el repello a la pared tan fuerte como sea posible para asegurar que se adhiera bien; ya sea lanzando terrones de repello usando una paleta o directamente con tu mano. Distribuye el repello con la paleta por toda la pared. Nunca lances repetidas veces en la misma área; esto traerá la cal hacia la superficie y dejará una sección débil y empobrecida por debajo.
Raya la primera capa de repello para prepararla para la segunda capa.
Una vez que hayas aplicado la primera capa pero que aún no haya secado, raya la superficie de toda la pared para proporcionar a la segunda capa una base a la cual adherirse. Estas rayas pueden hacerse utilizando un rastrillo o los bordes de una paleta.
Aplica la segunda capa de repello.
Una vez que la primera capa ha sido rayada y se haya secado la mayor parte, moja la pared nuevamente con la manguera. Aplica la segunda capa de repello en la misma forma que la primera, si deseas una tercera capa, raya la superficie de la segunda capa para darle una base; si no, deja que el repello se seque lentamente y habrás terminado de repellar una pared. Es mejor repellar una pared en un día fresco y nublado; el clima caliente hará que el repello seque rápidamente y provocará que se quiebre.
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